Como es característico en nuestra Escuadra Nacional, todos los días se realizan ejercicios en sus unidades, donde el petrolero "Araucano" no es la excepción. Día a día se suceden ejercicios de combate de incendio, de contención, de maniobras, todos con mucha exigencia.

Sobre todo en este buque, que recibió este último año, una gran cantidad de transbordos o dotación nueva, por lo que hay que ponerlos al día en las necesidades de operación y maniobras, y así cumplir con el rol principal del buque que es mantener la presencia oceánica de la Escuadra, realizando la entrega de petróleo en la mar, a través de maniobras Logos, lo que permite a nuestros buques navegar continuamente, sin necesidad de entrar a puertos para reabastecerse.

Esta nueva dotación tuvo una importante comisión este año, la que sirvió como puesta a punto para la tripulación. Ésta consistió en asistir al buque científico "Cabo de Hornos", con recarga de combustible, tras 15 días de navegación. La tarea se cumplió y fue muy provechoso porque se pudo verificar en la mar el desempeño de la dotación.

Ahora estaban listos para cumplir con su rol de buque logístico de la Escuadra Nacional, en ausencia del "Almirante Montt", que desde el 3 de julio se encuentra en la base naval canadiense "Esquimalt", con el objetivo de apoyar por primera vez a la Flota del Pacífico de Canadá.

Cabo López: entre fierros y petróleo

La Cabo 2º Ingrid López tiene 27 años y se desempeña en la sala de máquinas, uno de los roles más importantes del buque, y un lugar tradicionalmente reservado para los hombres. Esto no ha sido para ella un problema.

"Cuando yo estaba en la enseñanza media estudié en un liceo técnico y me fui a hacer la práctica en el Servicio de Bienestar de Valparaíso, en el área de servicio y mantención donde estaba toda el área mecánica, y ahí conocí el ambiente naval".

Agregó que "me avisaron que se abrirían diversas especialidades para mujer, ya que hasta ese momento era solo para Sanidad. Postulé y de la Escuela me vine altiro embarcada, y ya este es mi cuarto año en el Araucano. Yo pensaba que por ser mujer podía tener un poco de desventaja, llegué un poco temerosa, pero en realidad fue todo lo contrario, recibí el apoyo desde el primer día que llegué a este buque y me integraron a su área. Siempre que requiero ayuda me apoyan".