Un año atrás el rigor del clima mostraba su peor cara en la ciudad más austral del mundo. Ushuaia presentaba uno de los peores inviernos, después de la tristemente célebre nevada de 2012. Nieve, fuertes vientos y las aguas del Canal Beagle embravecidas, fue el marco que recibió a las unidades de las Armadas de Chile y Argentina para operar en conjunto, una vez más.

Este 22 de agosto las condiciones meteorológicas fueron más calmas, aunque la temperatura rondando siempre los 0 °C y la presencia de ráfagas de viento, son una constante imposible de eludir. Con las primeras luces el Aviso ARA "Islas Malvinas", la Lancha Rápida ARA "Intrépida" y las Lanchas Patrulleras ARA "Clorinda" y ARA "Baradero", zarparon rumbo a Puerto Williams, desde donde se ejerció el control operativo de las actividades.

En el muelle militar de Isla Navarino, sede de la Gobernación Marítima de Puerto Williams, aguardaban el remolcador "Lautaro", el Patrullero de Servicios Generales (PSG) "Isaza", las Lanchas de Servicios Generales (LSG) "Alacalufe" y "Hallef", y el helicóptero UH - 05. Además, por primera vez, permaneció en estación entre Puerto Williams y Ushuaia, una aeronave B-200 de la Armada Argentina para exploración.

La génesis de la confianza

La esencia de combinar lenguajes, tradiciones y esfuerzos de dos Armadas de distinta nacionalidad, busca a través del trabajo mancomunado, generar espacios de encuentro donde el factor común sea el fortalecimiento de esa confianza, basado en el trabajo responsable y combinado.

Para el desarrollo de las actividades, se intercambiaron oficiales observadores entre las unidades. Raúl Valverde es Teniente 1º LT de la Armada de Chile dejó la Subjefatura de la Gobernación Marítima de Puerto Williams, a su señora y sus tres hijos, para embarcarse en el Aviso ARA "Islas Malvinas".

Desde el puente de comando, donde transcurrió la mayor parte de su tiempo, reconoció las voces de sus camaradas a través del parlante. "Ha sido una experiencia muy satisfactoria y enriquecedora, tanto en lo profesional como en lo personal. En este tipo de actividades los lazos de camaradería se hacen palpables, así como también el concepto de 'confianza', del que este ejercicio toma nombre", contó el Teniente Valverde, inmerso en el movimiento frenético del puente.

"Lo principal que uno se da cuenta, es que tenemos procedimientos similares, lo que hace que ambas Armadas puedan interoperar correctamente. La constancia en el tiempo de esta práctica combinada ha generado un sincronismo tal, que podemos operar juntos de manera profesional y segura", afirmó mientras - por primera vez - un oficial chileno descendía desde un helicóptero a la cubierta del aviso para realizar una evacuación aérea a Ushuaia vía Puerto Williams.

En este sentido, el Capitán de Corbeta Roberto Lovera, Comandante del Aviso ARA "Islas Malvinas", coincidió en que las actividades "son una oportunidad de trabajar de manera combinada que debemos valorar mucho, por la relación que se establecen entre ambos países, y por la particularidad geográfica donde se lleva a cabo: en aguas del Canal Beagle, donde Chile y Argentina tienen jurisdicción compartida y el rigor del clima se transforma en una contingencia en sí misma", afirmó.

En simultáneo, el Teniente de Fragata Nicolás Alfonso embarcó como oficial observador en el PSG "Isaza", quien se refirió así a esta experiencia: "Es muy buena la integración entre el personal de ambas Armadas; para mí fue muy provechoso este embarque porque el año pasado hice el Viekaren XV como Jefe de Operaciones de la Lancha Rápida ARA 'Intrépida' y era la primera vez que tanto el Comandante como el Segundo Comandante del 'Isaza' participaban de este ejercicio. Por eso mi participación fue muy activa en el puente, además de las guardias ordenadas, fueron muy agradecidos por haber compartido con ellos mi experiencia previa".

Bajo el agua y en superficie

Previo al ejercicio principal, personal de ambas Armadas especializados en buceo, realizaron por primera vez actividades bajo el agua, que incluyeron desde inspección y monitoreo de los cascos de las unidades hasta soldadura. La supervisión de las mismas estuvo a cargo del Suboficial Principal Buzo Jorge Pérez, del Departamento General de la Base Naval Ushuaia.

Por tratarse de una actividad de alto riesgo, las reuniones en la cubierta de las unidades fueron extensas. A la preparación y control de los equipos autónomos, se sumó la supervisión médica y también las listas de chequeo de seguridad, similares para ambas Armadas, pero que se repetían una y otra vez. Pérez explicó que "las tablas son muy parecidas, aunque una diferencia importante es que nosotros hacemos la tarea con asistencia de oxígeno y comunicaciones por umbilical, conectadas al casco que lleva el buzo. Este año por primera vez hicimos inmersión en unidades de ambas Armadas y luego de armar un banco de trabajo, hicimos soldadura submarina. Hubo que distribuir roles de seguridad, asistencia y soldadura".

El miércoles 24 se desarrolló la actividad principal. Con las primeras luces aparecidas sobre la península Mitre, las unidades comenzaron a recibir los mensajes de alerta de la embarcación siniestrada. Esta información, que era de exclusivo conocimiento de la dirección operativa del ejercicio, obligó a los participantes a la definición de roles para la tarea de búsqueda en tiempo real.

Con una activa participación del avión de exploración B-200 de la Armada Argentina, las unidades fueron arribando a proximidades de la embarcación siniestrada, que fue informando con el correr del tiempo, el tipo de avería y cantidad de heridos. Mediante embarcaciones menores se pusieron en el agua las barreras para el control de derrame de hidrocarburos, y teniendo en cuenta la gravedad de uno de los heridos, se pidió apoyo al helicóptero UH-5 de la Armada de Chile, que se encontraba en Puerto Williams, para posteriormente ser evacuado a Ushuaia en el avión B-200.

De la participación de las unidades, el Capitán de Navío Patricio Espinoza, Comandante del Distrito Naval Beagle, contó que "para esta edición pudimos concretar un gran anhelo, que fue la participación de un avión de exploración B-200 de la Armada Argentina, que operó junto a nuestro helicóptero UH-5, para el ejercicio de evacuación aérea. Esta actividad implicó tareas de homologación y estandarización de procedimientos muy importantes".

El Capitán de Navío Gabriel Galeazzi, Jefe del Estado Mayor del Área Naval Austral, formó parte del staff de dirección y explicó que "este año le tocó al Comandante Espinoza estar a cargo del control operativo de este ejercicio combinado".

En referencia a las actividades, amplió que "todos los años tratamos de incrementar el nivel de complejidad. En esta zona de jurisdicción compartida, donde hay tanto tránsito marítimo, es indispensable cubrir todas las posibilidades de asistencia de los siniestros que pudieran suceder. Es muy importante la participación de las unidades y equipos de trabajo de ambas Armadas y el incremento en la complejidad de los eventos, porque de estas prácticas y de la corrección de los procedimientos surge el conocimiento positivo del cual aprendemos".

La jornada más intensa del ejercicio, continuó con maniobras de remolque efectivo entre las unidades. En el caso del Aviso "Islas Malvinas", que fuera diseñado para este tipo de maniobras y ya acostumbrado a las frías aguas, por primera vez desplegó en su cubierta de popa la maniobra de remolque completa.

El Suboficial Segundo de Mar Juan Rey, Contramaestre del Aviso, explicó que "es un conjunto sobredimensionado, que requiere de un gran esfuerzo de armado. En toda la extensión de la cubierta el cable principal se encuentra flanqueado por dos trapas, también con cables de acero de un diámetro importante, movidas por un winche secundario, que se ubica debajo del winche principal. Esto hace que en toda la maniobra se reparta la fuerza y el gancho donde se inserta el cabo de nylon para el remolque no tenga movimiento, dando mayor seguridad a la tarea".

Con las últimas luces del miércoles y con las unidades amarradas en el muelle militar de Puerto Williams, se realizó un despliegue de barreras anticontaminación y buceo nocturno. El tránsito del jueves 26 hacia Ushuaia, para la realización de la reunión de crítica final fue aprovechado por las unidades para la práctica y conformación de distintas formaciones en navegación.

Con el análisis de los resultados obtenidos y una nueva página escrita con lecciones aprendidas, el viernes 27 los Comandantes Galeazzi y Espinoza, cerraron en conferencia de prensa, como es tradicional, compartiendo la satisfacción de un trabajo conjunto realizado con éxito.

Y aunque estrictamente no son sinónimos, bien podría Viekaren significar "amistad", al englobar también la confianza que se reafirma en cada paso mancomunado. Amistad entonces, como una cualidad que se sembró en aquel 1984 con la firma del tratado y que, más de treinta años después, sigue cosechando los frutos del trabajo codo a codo de hombres y mujeres que comparten un mismo mar: el que no los separa, sino que los une.