A un año del terremoto y tsunami
Iquique superó la adversidad
La rada de Iquique tiene un significado especial y estratégico en la historia nacional. Ella fue el escenario de una de las batallas épicas de la Guerra del Pacífico, donde surgieron los héroes patrios cuyo ejemplo marcó a fuego el alma nacional y el espíritu de la gente del norte, que se plasma fielmente en el lema de esta ciudad puerto: “Iquique tierra de campeones”.
A un año del terremoto y posterior tsunami que afectó a sus costas, Iquique ha sabido levantar la frente, conocedora de su rol estratégico en el desarrollo marítimo portuario del Norte chileno. En esta tarea, la Autoridad Marítima Nacional ha desarrollado un significativo aporte, siempre fiel a su vocación de “ser los protectores del mar”.
Ocurrido el terremoto la noche del 1° de abril de 2014, la Armada de Chile, representada por la Gobernación Marítima de Iquique, puso en funcionamiento su plan de alerta para la evacuación de los usuarios marítimos, ordenando adicionalmente el zarpe de las embarcaciones mayores para evitar los efectos del maremoto.
Las lecciones aprendidas del 27 de febrero de 2010, junto a la preocupación por la ocurrencia de un sismo de grandes dimensiones en el Norte del territorio, motivaron a los estamentos responsables a realizar con antelación simulacros e internalizar las medidas de seguridad en los habitantes del norte. El resultado fue una evacuación total, sin registrarse la pérdida de vidas humanas en el borde costero.
Aquella noche fue una larga jornada para la Autoridad Marítima de Iquique. Con las primeras luces del día, se inició la evaluación de los daños en los diferentes frentes que son de su competencia. Se realizó una visita inspectiva a las instalaciones de la Empresa Portuaria de Iquique (EPI), Iquique Terminal Internacional (ITI); pero sin lugar a dudas que los efectos más evidentes se registraron en el tradicional muelle Prat, embarcadero destinado para las lanchas turísticas y en la caleta “Guardiamarina Riquelme” donde las embarcaciones de los pescadores sufrieron la fuerza de la ola.
A ello se sumaba la paralización, a consecuencia del tsunami, de las pesqueras Camanchaca y Corpesca afectando a la cadena productiva. Será la propia resiliencia de una nación que una y otra vez enfrenta los embates de la naturaleza, o el ejemplo de aquella gloriosa tripulación de la Esmeralda, pero lo cierto es que sacando fuerzas de flaquezas, Iquique volvió a levantarse. La Autoridad Marítima ordenó el ingreso a las zonas más afectadas de quienes trabajaban en las labores de recuperación. El esfuerzo mancomunado tuvo por corolario que la empresa portuaria ITI volviera a operar a sólo 5 días del maremoto, lo que sin lugar a dudas fue un aliento y estímulo para este puerto.
El trabajo asociado de pescadores, entidades gubernamentales y la Autoridad Marítima permitió que en un plazo de 20 días, tanto el muelle Prat como la Caleta Guardiamarina Riquelme, estuviesen en condiciones de funcionar. De ahí en adelante el empuje de todos los estamentos permite que a la fecha se haya logrado una recuperación al 90 por ciento de las capacidades.
En todo este proceso de recuperación, la Armada de Chile ha entregado sus mejores esfuerzos y capacidades, conscientes del valor estratégico que tiene la triada Arica-Iquique-Antofagasta para el desarrollo portuario nacional, seguros que al igual que ayer, la tarea de resguardar la vida humana en el mar y sus recursos, repercuten positivamente en el desarrollo nacional y reafirman su compromiso de “ser los protectores del mar”.