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Lanchas Misileras “Orella” y “Teniente Serrano”
La despedida de los buques furtivos y letales
Luego de 17 y 16 años de servicio, respectivamente, la Armada de Chile despidió a las Lanchas Misileras “Orella” y “Teniente Serrano”, dadas de baja en diciembre de 2014 en Talcahuano.
Construidas en la década del '70, las Lachas Misileras "Orella" y "Teniente Serrano", pertenecientes a la clase Tiger tipo S-148, sirvieron a la Armada alemana, para luego, a partir de 1997, iniciar sus labores operativas en la Armada de Chile.
Con funciones similares a las de un buque, aunque a menor escala, lo que distingue especialmente a estas unidades es su trabajo en conjunto, configurando así, un teatro de operaciones complejo y coordinado, en primer grado de alistamiento, dispuesto a zarpar en caso de cualquier emergencia en la que sea requerido, con todas las capacidades listas.
Tal fue el caso de las Lanchas Misileras "Orella" y "Serrano" luego de la catástrofe que provocó el terremoto en el norte del país, a principios de 2014. Como parte del despliegue de unidades que se pusieron al servicio de la comunidad para la entrega de apoyo humanitario, la experiencia marcó una diferencia significativa respecto a las actividades de años anteriores, dejando una huella imborrable en su mística y tripulación.
De esta manera, luego de exitosas misiones que las hicieron surcar con gloria desde Arica a Talcahuano las aguas del Pacífico, estas Unidades cosecharon triunfos que colman de orgullo a sus últimas dotaciones.
"Todo lo que uno espera como un Oficial de cubierta, del área operativa, es ser Comandante de un buque, y ojalá de uno de combate, ya que estas unidades no son muchas, por lo que dirigirlas constituye un privilegio importante. Tuve la suerte el 2013 de ser el Comandante de la lancha "Orella" y para mí es un honor tremendo el haberme desempeñado tanto en ella como en la "Serrano", con similares características, pero cada una con dotaciones de una mística especial, lo que a su vez las hace diferentes de cada buque de la 'manada'", explica el último comandante de la "Serrano", Capitán de Fragata Andrés Eliz.
Del mismo modo, para el último comandante de la "Orella", el entonces Capitán de Corbeta Eduardo Schnaidt, es un honor haber formado parte de la dotación de este buque. "El mayor sentimiento que tengo es de gratitud hacia el personal con el que me tocó servir. Un grupo humano altamente calificado, muy profesional y comprometido con lo que ellos hacen día a día, y en las tareas que durante el año pasado nos encomendaron, ya sea en labores humanitarias, en ejercicios y en los entrenamientos para el combate", comenta.
El legado de la "Orella" y la "Serrano"
El Teniente 1º Roberto Vásquez, Segundo Comandante de la "Orella" cumplió cinco años en este tipo de unidades, siendo el último año a bordo de ésta. "Yo he cumplido todas mis expectativas profesionales, personales y familiares en las Lanchas Misileras, las cuales tienen una mística muy especial, el que se caracteriza por un verdadero trabajo en equipo; una cercanía tremenda entre Oficiales y Gente de Mar", comenta.
El Sargento 2º Víctor Olivares cumplió nueve años a bordo de la "Orella", y para él, "la experiencia fue muy bonita, sobre todo por la camaradería que existe entre la dotación, en las que todos íbamos 'a una'".
Con dos años en la Lancha Misilera "Serrano" y cinco en este tipo de unidades, el Teniente 1° Pedro Soto agradece la experiencia a bordo, donde reconoce haber aprendido mucho. "Desde que llegué como especialista en el grado de Teniente 2°, pasé por todos los puestos en los que un oficial puede desempeñarse en una Lancha Misilera, hasta ser Segundo Comandante, como lo fui hasta hace poco", detalla.
El trabajo en equipo que se ve en este tipo de unidades, que son relativamente pequeñas, se puede apreciar día a día y la camaradería y el compromiso cotidiano de la dotación con su buque se reflejan directamente en su desempeño. En efecto, el Teniente Soto reconoce que los logros obtenidos durante el año pasado fueron posibles ya que la dotación se logró compenetrar, concretando buenos entrenamientos.
"El compromiso de la dotación fue clave para la cohesión y los ejercicios de equipo. Durante el tsunami en el norte estuvimos preparados y listos para reaccionar", agrega. En este sentido, le gustaría que recordaran al buque: "Como una Lancha Misilera que siempre estuvo a la altura de los desafíos y tareas dispuestas, gracias a una dotación comprometida, motivada y entrenada bajo el lema: 'El deber sobre la vida'", agrega.
En la misma línea, el Sargento 2° Álex Varela, con siete años a bordo de la unidad, valora la experiencia como un gran desafío. "En primera instancia como Cabo 2°, estuve cinco años y asumí muchas responsabilidades que en otras unidades grandes uno no tiene. Luego como Sargento 2° alcancé puestos más importantes, con mayores compromisos. A bordo todos van a una, es una 'manada' y cuando hay que actuar, actuamos todos. No operamos como individuos, sino que como grupo, en pos de un objetivo mayor, llegando al puerto base con orgullo luego de haber cumplido la comisión", puntualiza.
Asimismo, agrega: "Agradezco a la Institución por asignarme a estas unidades y, en particular, a mi familia, pilar fundamental en que yo haya podido cumplir con las labores encomendadas por la Armada".
El Sargento 1° Victor Aguilar, quien formó parte de la primera dotación de la "Serrano", destacó el orgullo que representa haber formado parte de una misilera: "Tuve el privilegio de formar parte de la primera dotación de esta unidad, cuando recién empezaba mi carrera naval. Ahora casi al final de mi carrera, tengo el honor de darla de baja, guardando un sin número de recuerdos de los tres periodos que estuve a bordo. Es un privilegio haber sido parte de las dotaciones misileras".
El Marinero 1º Aarón Alarcón, dotación de la "Orella", tuvo como primera destinación esta lancha misilera luego de haber salido de la Escuela de Grumetes el 2013. "Mi experiencia a bordo fue muy buena, ya que pude hacer muchas cosas que me permitieron aprender más de la Marina. Asimismo, formar parte de la última dotación de este buque fue un honor para mí", comenta.
Para el Comandante Eliz, fue un privilegio contar con una dotación comprometida y preparada. "Esas fueron las palabras que le dediqué a la tripulación en el último aniversario: mi compromiso era mantenerlos motivados y entrenados hasta el día en que diéramos de baja el buque y creo que lo hemos logrado con creces", indica.
"Durante las operaciones de ese año viajamos desde Arica hasta a Talcahuano, efectuando todas las tareas que se nos encomendaron en excelente forma. Logramos mantener un entrenamiento al más alto nivel, exigente como ha sido en el Comando, y lo mejor fue que pudimos realizar sin ningún problema las comisiones", finaliza el Comandante Eliz.
En tanto, para el entonces Capitán Schnaidt, "este buque va a marcar a muchas generaciones. Son una escuela para la gente joven; gente que aun cuando son Teniente 2º, Subteniente, Cabo 2º o Cabo 1º, a diferencia de otras unidades, aquí pueden tomar posiciones de mayor responsabilidad de sus pares que están en otros tipos de unidades. En definitiva, es una escuela; hay una mística importante en las misileras".