Las primeras tareas desarrolladas fueron la navegación desde Puerto Chacabuco hasta Puerto Montt, durante un periodo en el cual la Unidad estuvo operando en esa zona y donde se comenzó con todas las coordinaciones para el traslado desde Puerto Montt a Puerto Natales, el que se vería materializado el 20 de noviembre al embarcar la lancha en la motonave Puerto Edén de Navimag.

Después de un viaje de tres días recaló a Puerto Natales, comenzando en este puerto los preparativos para la tarea más riesgosa y emocionante de su travesía; el traslado por tierra desde Puerto Natales hasta la ribera del lago Binacional O'Higgins - San Martín, 370 kilómetros por camino asfaltado y 120 kilómetros por camino de tierra, con puentes, riachuelos producto del deshielo en la cordillera y cuestas que podían conjugarse para evitar el cumplimiento de la meta.

Durante los preparativos en Puerto Natales, el primer gran escollo consistió en que la particular tarea a ejecutar no estaba considerada como un trámite habitual dentro de los movimientos de carga chilena que se efectúa por territorio argentino, por lo que se empleó gran cantidad de tiempo en intentar obtener el documento que autorizara este tránsito.

Por otra parte, el Agregado Naval de Chile en Argentina, Capitán de Navío Mario Alfieri, efectuaba inmensos esfuerzos para lograr con todas las autoridades argentinas, las coordinaciones necesarias para permitir un expedito tránsito de la comitiva que efectuaría el traslado de la Unidad: un tracto camión, la Unidad sobre su carro de arrastre y dos vehículos 4x4 para apoyo.

De esta forma, y asegurado el trámite aduanero, el 2 de diciembre se dio inicio al traslado, saliendo desde Puerto Natales hacia el paso "Río Don Guillermo" a 60 kilómetros, aproximadamente de la ciudad. Al seguir la ruta hasta el puesto fronterizo argentino, personal de Gendarmería de ese país se encontraba en espera para efectuar la respectiva escolta por su territorio. Luego de los trámites de rigor, se inició la ruta hacia la localidad de Tres Lagos.

El 3 de diciembre comenzó el segundo día de la travesía, ahora con la dificultad de seguir por un polvoriento camino con todos los inconvenientes que sabíamos que encontraríamos y con la certeza de que algo más se nos podía sumar. Los primeros 80 kilómetros se hicieron a una velocidad conveniente y con dificultades que no se tradujeron en mayores esfuerzos. Ya con el lago a la vista es donde el camino se puso difícil, primero el terreno suelto no permitía subir las pequeñas cuestas con la suficiente tranquilidad. El segundo escollo fue el cruce de algunos puentes, en los cuales solo quedaban 10 centímetros por lado para maniobrar.

A las 17 horas se llegó al sector convenido en el viaje de evaluación, efectuado en septiembre, para la maniobra de desvarado de la lancha. Sin embargo, gran sorpresa tenía el lago, dado que el nivel que se había encontrado en el viaje anterior en vez de subir, como es tradicional por los deshielos, había bajado. Con esto la playa se encontraba mucho más lejos de lo que se había observado y, por otra parte, no se tenía la certeza de las características del fondo.

La profundidad de aproximadamente 80 centímetros se mantenía hasta una distancia de unos 25 metros al interior del lago, por lo que no se contaba con la pendiente necesaria para arrojar la Unidad al agua. Cambio de planes y a seguir avanzando por el camino, hacia un sector en que gendarmería Argentina tiene un puesto denominado "Cóndor".

Al día siguiente, se inició la bajada al lago con una maniobra expedita y sin mayores inconvenientes. Luego de tres horas de trabajos al fin la Unidad está flotando y lista a comenzar su histórica navegación hacia aguas chilenas para recalar a Puerto Bahamóndez.