EUNAVFOR Somalia “Operation Atalanta”
Un marino chileno en el Cuerno de África
Teniente de la Armada participó como observador de la Operación, conducida por la Unión Europea en el Cuerno de África. Durante los tres meses que duró la comisión a bordo de la fragata española F-86 “Canarias”, la unidad navegó más de 12 mil millas náuticas realizando patrullajes para evitar la piratería.
A12800 kilómetros de las costas chilenas se desarrolla la Operación Atalanta, que tiene como escenario el Cuerno de África. Desde 2008, unidades navales y aéreas de países de la Unión Europea, de forma conjunta, despliegan sus esfuerzos para proteger de la piratería a los barcos del Programa Mundial de Alimentos (WFP), a los buques de la Misión de Naciones Unidas Africanas en Somalia (AMISOM) y mantener la seguridad del tráfico marítimo que navega por el océano Índico, el mar Rojo y el golfo de Adén, pasos obligados para las principales rutas comerciales marítimas entre Asia y Europa.
Respondiendo a la invitación extendida por Armada Española, la Armada de Chile designó al Teniente 1° Karl-Heinz Brand Hennicke para conocer el trabajo de seguridad marítima que se desarrolla en el marco de Atalanta, quien tras concluir su participación de tres meses, nos relata su experiencia de servicio junto a los marinos de la fragata hispana F-86 “Canarias”.
En julio de 2019, el Teniente Brand, de especialidad navegante, dejó las cubiertas del petrolero “Almirante Montt” para tomar rumbo a la Base Naval de Rota, en las cercanías del puerto de Cádiz, España, desde donde zarpó con destino al teatro de operaciones, recalando a Djibouti, puerto base de las Fuerzas Armadas que participan en la Operación Atalanta.
Motivado por conocer la labor que realizan las fuerzas armadas en la Operación Atalanta, este despliegue fue una buena oportunidad para ello. Luego de pasar por un proceso de calificación, se desempeñó como Oficial de Superficie a bordo de la fragata española, cumpliendo roles de Oficial de Guardia en el puente de mando de la unidad.
“Esta experiencia en su conjunto fue muy enriquecedora. En lo profesional conocí cómo trabajan otras armadas y en especial la española, porque a diferencia de los ejercicios internacionales en los que he participado, éstos se desarrollan con parámetros controlados. En tanto, Atalanta es una operación real y el escenario puede variar en cualquier minuto, a pesar que los riesgos han disminuido en los 10 años que lleva funcionando esta operación. Otro aspecto a destacar es la camaradería que se logró generar con los oficiales españoles, con quienes tenemos grandes similitudes. Por otra parte un oficial de la marina peruana con quien compartía camarote, y una oficial de la armada de Reino Unido que también estaban embarcados en la fragata Canarias”, señala el Teniente Brand.
Área de operaciones
En relación a la operatividad de Atalanta, el Oficial detalla que es una misión que está bajo el control de España desde marzo de 2019, la que cuenta con un Comandante de Operaciones emplazado en la Base Naval de Rota, donde se encuentra el Cuartel General de Atalanta (OHQ) y un Comandante de Fuerza, el que se encuentra embarcado en una unidad en la área de operación.
“El trabajo que se desarrolla está marcado por el factor meteorológico que se presenta en el océano Índico, como son los períodos monzónicos e intermonzónicos. En el primero las condiciones de mar son muy malas, principalmente frente a las costas de Somalia, por lo que la piratería disminuye. Pero el segundo presenta condiciones más favorables para cometer este ilícito. Como consecuencia de ello, las áreas de operación también varían, por lo que se genera un área común para todas las fuerzas participantes, tanto de Atalanta como para las unidades militares que patrullan el sector de manera independiente, protegiendo los intereses marítimos de sus países, como Japón, China, Irán, Inglaterra, Estados Unidos, entre otros. Así, ante cualquier llamado de auxilio se determina con mayor exactitud a qué área acudir y quién puede llegar con mayor rapidez a alguna de las 37 áreas de patrullaje, las que consideran el golfo Pérsico, Golfo de Omán, Mar Rojo, Golfo de Adén, Mar Arábigo y parte importante del océano Índico”, comenta.
El Teniente Brand agrega que para uso exclusivo de las unidades de Atalanta se crearon áreas de patrullaje en las costas de Somalia: “La zona norte comienza en la frontera con Djibouti hasta el Cuerno de África N1 a N6, lo que corresponde a la zona geográfica de Puntland. Una segunda zona geográfica corresponde a toda la costa este de Somalia, que va desde el Cuerno hacia el sur, terminando en la frontera con Kenia, E1 a E11. Destacando que la longitud total de costa de Somalia es de 3.025 km”.
En esas áreas los buques de Atalanta patrullan el mar territorial de Somalia, pudiendo ingresar hasta 2 millas náuticas de costa y realizar vuelos de vigilancia, “patrullajes que se realizan con énfasis en las cercanías de las ciudades donde se evidencia mayor probabilidad que ocurran incidentes de piratería, como son Boosaaso, Hobbyo, Marka, Kismayo y Mogadishu”.
El Teniente Brand comenta que durante los tres meses que participó en esta operación navegaron más de 12 mil millas náuticas, en las que no se registró ninguna situación de conflicto durante las fiscalizaciones a los barcos, “procedimientos en los que realizamos abordajes de cooperación con las partidas de Fuerzas Especiales, en los que se verifica la documentación del buque y de la tripulación, puerto de zarpe y recalada, revisión de bodegas y cargamento.
Además, se instruye a las dotaciones registradas acerca de la labor que realiza Atalanta, y que informen cualquier actividad sospechosa por canal 16 Marítimo”. Cada 4 horas, se transmite por CH16 “All ships, all ships, all ships. This is EUNAVFOR ATALANTA WARSHIP. EUNAVFOR ship contributes to Maritime Security and Safety at sea in accordance with international law. If you encounter any suspicious activity at sea, please report to EUNAVFOR assests on CH16”.
La lejanía que existe entre Chile y Somalia no fue impedimento para que este marino chileno decidiera conocer y colaborar en esta operación marítima, la que calificó como una oportunidad que enriquece, “porque no solo está la tarea de patrullaje, sino que también se tiene la oportunidad de enseñar nuestros conocimientos a los integrantes de la Marina, Guardia Costera y Policía somalí a través de la instrucción, donde entre otros ámbitos se les enseña a establecer una estructura de seguridad en un país tan destruido para que a futuro sean ellos los que puedan ejercer el control marítimo y evitar que ocurran situaciones delictuales como la piratería. A pesar de la barrera idiomática, en los rostros de los somalianos era posible percibir la alegría que les significaba recibir conocimientos y herramientas que les permitan controlar los actos ilícitos que afectan a su país”, concluye.