El PC-7 “Pilatus” es un avión de origen suizo, que la Aviación Naval utiliza para la instrucción de los nuevos pilotos. Ese período de aprendizaje consta de diferentes etapas, las que buscan entrenarlos para conocer y desarrollar al máximo tanto sus capacidades como las de la aeronave.

El fin de cada etapa de los vuelos de instrucción es entregar a los pilotos alumnos las herramientas para que se puedan desenvolver en diferentes situaciones.

Confianza en el dominio de la aeronave

Hay un orden establecido para las diferentes etapas del período de instrucción. Durante la primera, evidentemente, se le enseña al alumno a volar. Lo principal es que cada piloto sepa cómo aterrizar y cómo reaccionar ante situaciones de emergencia.

Por ello es que realizan maniobras de stall, que consisten en dejar al avión sin velocidad y que caiga libremente, para después recuperarlo.

Luego viene la etapa de precisión, en que el aterrizaje ya no se realiza en cualquier parte de la pista, sino específicamente donde el alumno quiera. Durante esta segunda etapa, los alumnos vuelan tanto con instructor como solos, adquiriendo mayor experiencia y confianza en el avión.

La tercera etapa es la de acrobacia. Aquí los alumnos ya dominan tanto el aterrizaje como las principales emergencias y están totalmente compenetrados con las capacidades del avión en vuelo.

Luego de esta tercera etapa se suceden fases en las que los pilotos aprenden a volar de noche, vuelos de navegación aérea (que consisten en diferentes tracks por la Zona Central), vuelos con instrumentos básicos, vuelos utilizando radioinstrumentos, entre otros.

La última etapa en el período de instrucción de un nuevo piloto es la de formación, que consiste en dos aviones volando muy cerca y haciendo diferentes evoluciones.

MENSAJE DEL CONTRAALMIRANTE ARTURO UNDURRAGA
COMANDANTE DE LA AVIACIÓN NAVAL

En el marco del aniversario número 91 de la Aviación Naval, su Comandante conversó con Revista Vigía sobre la evolución de la especialidad y los desafíos para este 2014.

Con respecto a la evolución de la especialidad a lo largo de los años, el Contraalmirante Undurraga explicó que la Aviación Naval se ha modernizado, contando con nuevos sistemas y una dotación de excelencia.

A su juicio, todo se traduce en una especialidad con una mística representativa, que los caracteriza, y que consiste en el trabajo en equipo, principalmente, sabiendo que la labor de los que están en tierra va en directo beneficio de los que están en el aire.

Para este 2014, aseguró que los objetivos son claros: iniciar la adquisición de las naves del proyecto "Piquero"; concretar el proyecto "Gaviota", que consiste en la renovación de helicópteros livianos; consolidar los proyectos en desarrollo, que son varios en el ámbito operativo; finalizar el proyecto de Sistema de Gestión Logística de la Aviación Naval (SIGLAN) y actualizar la visión de la especialidad al 2030.

"A mi dotación, mi mensaje es de agradecimiento por la eficiencia profesional en la mantención de la disponibilidad operativa y los invito a seguir conservando la mística que nos caracteriza, para continuar trabajando como lo hemos hecho hasta ahora", finalizó.

¿Sabías que la sonrisa que tienen algunas de estas aeronaves se debe a que ya cumplieron 50 mil horas de vuelo?