9 de octubre de 1818
200 años del primer zarpe de la Escuadra Nacional
Desde su creación se ha constituido como la principal fuerza operativa de combate en el mar, y existe para garantizar la soberanía en aguas jurisdiccionales y, en caso de guerra, obtener la victoria militar. Debido a la polivalencia de sus medios nos permite brindar apoyo a la comunidad tanto nacional como extranjera ante la ocurrencia de desastres naturales y de asistencia humanitaria.
Este 9 de octubre de 2018 la Escuadra Nacional conmemora 200 años de su creación, la cual marca sin duda un hito emblemático en el Bicentenario de nuestra institución: desde su existencia, el track navegado ha dejado una estela de entrega, tradición, valor y amor a la patria.
No es casualidad que nuestra Armada en sus 200 años de existencia haya salido victoriosa en todas las crisis y conflictos armados en que ha participado, ya que ha sido la Escuadra Nacional el principal protagonista, que siempre le ha entregado a Chile “Gloria y Victoria”.
Sin embargo, hay que recordar que esto no hubiese sido posible sin la apuesta de los Generales José Miguel Carrera y Bernardo O’Higgins; este último, reconocido como el gran impulsor del poder naval chileno, al abogar tempranamente por la relevancia del dominio del mar, para consolidar a Chile como nación independiente. Es por eso la frase que se le atribuye luego de la Batalla de Chacabuco, en 1817, ocasión en que afirmó: «este triunfo y cien más se harán insignificantes si no dominamos el mar», se vuelve especialmente significativa para la consolidación de la Marina.
Otros próceres del poder naval
Durante la organización del poder naval chileno también destacan las figuras del Vicealmirante Manuel Blanco Encalada y del Ministro de Guerra y Marina Ignacio Zenteno, artífices en la formación de la Primera Escuadra Nacional y la Academia de Jóvenes Guardiamarinas, en 1818.
En las primeras acciones relevantes de la recién formada Escuadra Nacional, destaca la captura de la fragata española «Reina María Isabel» el 28 de octubre de 1818 en la bahía de Talcahuano, y de siete transportes en las dos semanas siguientes, hecho que contribuyó a neutralizar los esfuerzos españoles por retomar el control de las costas chilenas.
Entre los próceres que contribuyeron a la formación del naciente poder naval chileno, también destacan el Almirante británico Lord Thomas Alexander Cochrane, contratado por el gobierno de la época para comandar a la Escuadra y darle una estructura definitiva y profesional a la Armada. Bajo su mando la Escuadra Nacional fue decisiva para afianzar la independencia de Chile en el sur del país, con la toma de los fuertes de Corral y Valdivia, en 1820, y para neutralizar los remanentes del poder colonial español en la costa del Pacífico, objetivo que se buscó a contar de ese año, con el envío de la expedición libertadora del Perú.
Dominus Maris
Desde su creación, nuestra Escuadra Nacional se ha constituido como la principal fuerza operativa de combate en el mar, y existe para garantizar la soberanía en aguas jurisdiccionales y, en caso de guerra, contribuir a obtener la victoria militar. Debido a la polivalencia de sus medios, actualmente esta fuerza nos permite brindar apoyo a la comunidad tanto nacional como extranjera ante la ocurrencia de desastres naturales y de asistencia humanitaria.
Es por ello que nuestra Escuadra debe mantenerse entrenada en el mar para operar los sistemas al máximo de sus capacidades y así estar en condiciones de cumplir los roles asignados por el Estado de Chile, los que se refieren a proyectar el poder de la nación hacia donde los intereses del Estado lo requieran y de esta forma ejercer un efecto disuasivo creíble. El alto nivel de entrenamiento requerido para ser parte de ella busca expertos en el uso de todas las herramientas que provee el Estado, a través de unidades de combate y auxiliares, demostrando estar permanentemente en condiciones de ser efectivos, eficaces y letales donde la patria lo requiera.
El Contraalmirante Jorge Ugalde, Comandante en Jefe de la Escuadra Nacional, destaca: “El espíritu de lucha, compromiso, cumplimiento del deber y sacrificio de nuestras dotaciones, se ha enriquecido cada vez más con una mejor capacitación y una mayor amplitud de conocimientos necesarios frente al avance de la tecnología, logrando una mayor eficiencia en la utilización de sistemas que en definitiva han permitido que las unidades de combate y auxiliares cumplan eficazmente los roles dispuestos, conforme a las capacidades con las que cuentan. Las dotaciones de nuestros buques han sabido adaptarse a los tiempos y las circunstancias para prestar un mejor servicio a la patria, alcanzando estándares que le permiten participar en las operaciones multinacionales que impone el actual fenómeno de la globalización”.
El Contraalmirante Ugalde es enfático en señalar que “en la Escuadra todas las unidades son igualmente importantes. Siendo una fuerza eminentemente operativa, las unidades de combate son el brazo armado que nos permite el cumplimiento efectivo de nuestras tareas en tiempo de crisis o guerra, y las unidades auxiliares constituyen el apoyo y soporte logístico a las unidades de combate, particularmente a su personal y material, posibilitándoles desarrollar al máximo sus capacidades. Es por esto que toda unidad componente de esta Escuadra ha formado parte de un gran sistema operacional, como los engranajes de un reloj, donde en forma personal cada miembro de sus dotaciones ha debido desplegar atributos especiales, tales como profesionalismo, vocación y lealtad para contribuir al cumplimiento de cada tarea asignada”.
“Me siento sumamente orgulloso y es un tremendo reconocimiento ser el Comandante en Jefe de la principal fuerza operativa de nuestra Armada en el año que cumple 200 años el servicio de la patria. Es una forma de culminar mi carrera operativa, pues siempre he sido de las personas que llaman ‘los del Molo’, es decir, que siempre nos han visto ahí. Este 2018 estoy cumpliendo mi año 20 embarcado, lo que me permite evaluar cómo nuestra Escuadra Nacional ha progresado en el transcurso de los años en materias de operatividad y de entrenamiento en el día a día, lo que nos permite ser una Marina entrenada con altos estándares de perfeccionamiento operacional y además estar capacitada para operar como una Armada de aguas azules, lo que nos da una impronta que nos distingue en el concierto internacional”. Contraalmirante Jorge Ugalde, Comandante en Jefe de la Escuadra Nacional.