Condestable de la Cuarta Zona Naval

Suboficial Mayor José García Arroyo

Imagen foto_00000001Siendo el menor de cinco hermanos, en la etapa de juventud tuve que tomar decisiones sobre que realizar en mi futuro. Cuando estaba cursando tercero medio en un liceo de Concepción, debido a mis buenas calificaciones, tenía dos opciones a las cuales quería optar para continuar mis estudios: Ingresar a la Armada o ir en busca de un título universitario de Ingeniería en Informática.

Sin avisarles a mis padres de la decisión y como eventual primer paso de elección, me presenté en la Base Naval de Talcahuano para postular a la Armada. No fue hasta cuando ya estaba en la última etapa que les conté de mi situación. Aún recuerdo la congoja y sorpresa inicial de mi madre al ver la casa llena de Grumetes de visita cada fin de semana.

Durante mis casi 34 años de servicios, la Institución me ha destinado a variadas Unidades y Reparticiones dependientes, camino que comenzó a bordo del Buque Escuela "Esmeralda", para posteriormente cumplir transbordo en el DLG "Almirante Latorre", Escuela de Armamentos, APD "Uribe", PF "General Baquedano", LM "Angamos", Comando Misilera Sur, Dirección de Ingeniería de Sistemas Navales, FF "Almirante Williams", Servicio de Información y Administración de Mantenimiento de la Armada, Base Naval Iquique y finalmente, desempeñándome como Condestable Mayor de la Cuarta Zona Naval.

Todas las unidades y reparticiones me dejaron una gama de recuerdos buenos, malos, tristes y felices. Cada Unidad y Repartición tiene su propio encanto, entre las que destaco las situaciones vividas durante mis años de servicio en la Misilera "Angamos", en que viví excelente camaradería con los integrantes de la primera dotación de dicha Unidad, que nos permitió operar con profesionalismo y surcar los mares desde tierras lejanas hacia nuestro país, con la anécdota de navegar por las esclusas del Canal de Panamá. Para mí una excelente oportunidad de aprendizaje para las dotaciones de Gente de Mar. Asimismo, no dejaré de recordar mi estadía en la Fragata "Almirante Williams" en mi época de mando medio. Fue mi oportunidad de aplicar lo aprendido y en donde el esfuerzo fue tendiente a lograr la instalación de los sistemas de Armas con la conformación de un excelente grupo de trabajo.

La satisfacción de llegar al grado máximo que otorga la Institución al personal de Gente de Mar, corona la condición de excelencia con que enfrenté la concreción de cada pequeña y gran tarea que tuve que realizar en mi carrera. Es un reconocimiento al esfuerzo y compromiso por cumplir a cabalidad con un estilo de vida demandante, que condicionó sacrificar momentos familiares. También, constituye el honor que significa representar continuamente a nuestro personal de Marinería, vistiendo el galón ancho sobre los hombros o en mis mangas y el compromiso de realzar el grado de Suboficial Mayor en todas las acciones que aún tenga que cumplir.
La experiencia de estos años como Condestable Mayor en la histórica ciudad de Iquique, ha significado una nueva etapa en mi carrera, en la que se creó un vínculo de amistad profesional con el personal de la Base Naval, Unidades y Reparticiones dependientes de la Cuarta Zona Naval, lo que contribuyó participar con buen ánimo en las distintas y continuas actividades que se desarrollan en la Zona, principalmente con ocasión de la festividades del Mes del Mar, destacando la estrecha interrelación con la comunidad que se forma en Iquique.

Mi vida en el mar me ha significado muchas vivencias llenas de momentos muy gratos, que logré con la excelencia en las tareas que tuve el privilegio de realizar. Esto fue reconocido, participando del crucero de instrucción a bordo de la "Esmeralda" al año siguiente del egreso de la Escuela de Grumetes; visité Israel en el contexto de la adquisición de una Lancha Misilera para nuestra Institución y conocí la mayor parte del litoral de Chile en Unidades de la Escuadra o independientes.

A las nuevas generaciones las invito a reflexionar, que la vida como Marino está llena de momentos en que se pone a prueba la fortaleza familiar y propia, pero que también está llena de riquezas, de conocimientos, aventuras, experiencias, desarrollo personal y profesional que pudieran obtener siendo partícipes de nuestra Institución.